La música, ese misterioso, mágico, e infinito lenguaje que nos permite viajar en el tiempo se muestra generosa una vez más, brindándonos la oportunidad de revisitar el sonido de nuestros padres y abuelos. A los boleros, sones y danzones de entonces no les importa someterse al “filtro” de los músicos de este tiempo. Con este trabajo pretendo compartir el legado que nos dejaron nuestros maestros en forma de maravillosas y contagiosas melodías con una única condición: disfrutar.

English (Translation by Elizabeth Olivera)
Music, that mysterious, magical, and infinite language that allows us to travel in time is generous once again, giving us the opportunity to revisit the sound of our parents and grandparents. The boleros, sones and danzones of then do not mind submitting to the “filter” of the musicians of this time. With this work I intend to share the legacy that our masters left us in the form of wonderful and contagious melodies with only one condition: Enjoy!